La primera mención que se hace a una escuela llamada Ram Ram en la Ciudad de México aparece en una publicación tardía del 2021. Aunque no quedan disponibles referencias a algún maestro o maestra fundadora, así como ninguna especificación sobre su ubicación particular. Por lo que podemos pensar que quizás Ram Ram existiera como un linaje previo, que ya se practicaba con anterioridad pero que no parecía estar establecido en algún sitio concreto. Después de todo, la tradición del yoga se caracterizó antiguamente como proveniente de un culto itinerante.
Para algunas visiones no parece ser el caso, puesto que se encontró la fotografía de un maestro que vivió en India, cerca de un pueblo llamado Nainital, al norte, en una pequeña aldea cuyo nombre hace referencia a la forma en que la carretera corta los cerros que se perfilan hacia las faldas de los Himalayas. Por lo que podemos pensar que Ram Ram fuera más bien el espacio donde se asentó un seguidor de la tradición de dicho maestro, un seguidor hasta cierto punto anónimo para el momento en que el nombre “Ram Ram” apareciera por primera vez en los testimonios de la historia.
Lo anterior lo sabemos porque se hallaron unos documentos con ese mismo nombre, lo que se puede entender como una mención a Neem Karoli Baba -el gurú-, o mejor dicho, una referencia a a sus enseñanzas, así como un conjunto de reglas con respecto a los horarios y días en que se impartían clases y los requerimientos para los estudiantes. Siete de la mañana, varios o todos los días de la semana, aunque ya no se conservan las particularidades. Pero están datados de casi dos años antes, en agosto del 2020. Y mencionan ya una dirección para lo que nombran “clases regulares entre semana”.
Lo interesante es que en los documentos con esas fechas, el nombre de Ram Ram aparece únicamente como la firma en los comunicados hacia algún grupo de personas que parecía conformar la conglomeración, por lo que algunos investigadores han sugerido que Ram Ram en sí fuera el nombre de un maestro que estuvo establecido en la Ciudad de México por ese tiempo y que rindiera culto al gurú de la India a quien parecía acreditarle sus conocimientos. Después de todo, lo común a la práctica yóguica es que se atribuyan las enseñanzas a maestros, santos y sabios muy anteriores a quien tiene aún el rol de impartirlos.
Y, si bien no se puede confirmar que dicho maestro, de ser ese el origen del nombre Ram Ram, se albergara en un espacio establecido de la ciudad, ya que, dadas las imágenes a las que tenemos acceso, la fotografía del gurú a quien le estaba asociado aparece en distintos lados, tanto en parques aledaños, casas antiguas de otras zonas de la ciudad, así como en un bosque cercano alrededor de los mismos años, en donde se encontraron vestigios de prácticas yóguicas en grupo, en la aparición de restos de altares al mismo maestro, con la misma imagen.
Y aunque Maharaji, como se le llama coloquialmente al maestro de la India, esparcía enseñanzas sobre la naturaleza del Ser, la voluntad devota de conocer al superior y las vías como la acción desinteresada y el servicio a los otros como principios similares a los de toda la tradición del yoga – lo cual indica su lenguaje común y la descripción de la realidad en mismos términos- él nunca impartió ni Hatha ni Raja yoga, como en este grupo, maestro o escuela llamada Ram Ram sí se hacía, según el testimonio de las prácticas de las que quedan rastros arqueológicos.
No se puede saber con exactitud las fechas ni la naturaleza de las mismas prácticas, salvo porque se mencionan algunas posturas, así como se han hallado referencias a ejercicios de respiración denominados pranayama. Hacia mediados del 2021 se hace una asociación propia del nombre “Ram Ram” con Hanuman, una deidad mono que representa el servicio hacia los demás, la devoción y la voluntad por una práctica espiritual, en un conjunto de vestigios del arte de la época. Tanto en el que cuelga en las paredes del shala como en utensilios cotidianos de la comunidad, como bolsas para cargar los tapetes y algunas libretas. Lo que indica que se trataba de un grupo con distintas formaciones culturales alrededor de la práctica del yoga, que se afirmaba hacerse “en Mente colectiva”; frase o término comúnmente hallado en el linaje de Sri Dharma Mittra, un maestro asentado en Nueva York y quien difundiera las prácticas tanto del Hatha como del Raja yoga, entendiendo al primero, como en varios textos del medievo de la India, como el yoga del esfuerzo asociado a las posturas, y Raja yoga, o yoga real, asociado en el linaje a las prácticas del desarrollo psíquico (un conjunto de técnicas respiratorias y de concentración).
Esto podemos constatarlo con los registros de la presencia de un maestro joven que habría estado un tiempo en Nueva York (desde finales del 2018 hasta la primavera del 2019, al menos). Y quien tuviera una participación en un llamado “Ram Ram” en la Ciudad de México, impartiendo clases sobre técnicas meditativas que ocurrieron en la primera mitad del 2022 y hasta el otoño del 2023. Así como las visitas de un maestro Brasileño y un Norteamericano, ambos muy cercanos alumnos de Sri Dharma Mittra. Sin embargo, en las gráficas que se han encontrado de dichos eventos, se nombran también los estilos que hacen referencia al yoga patanjalico con sus ocho ramas, particularmente asociado a los domingos en el shala y en fechas más tardías, también los martes temprano. Así como reuniones periódicas para hablar de filosofía, arte y poesía,con una maestra de la que se hace mención varias veces y quien estuviera relacionada a unas deidades femeninas propias de la tradición del mandala tibetano, así como a la diosa Kali. Y como parecen ser varias ramas completamente distintas se ha sugerido que quizás Ram Ram fuese una especie de orden que albergó en distintos puntos históricos pluralidad de saberes sobre la práctica espiritual proveniente de la India y otras partes de Asía y algunas mucho más contemporáneas del norte de América, con unas técnicas denominadas Yin y Rocket Yoga.
Dentro de la evidencia concreta que se puede consultar aún a la fecha, la más contundente es un documento administrativo del shala, con los nombres de los asistentes y las fechas de las clases, pero es tardío, de finales del 2024. Es, aún así, donde se vertiera la diversidad de personajes que parecieron ser parte del estudiantado de lo que figuran ser varios maestros, según se tiene registro.
Nada se puede afirmar con plena convicción, puesto que las referencias en los textos sánscritos de si las técnicas de Hatha yoga son las mismas del Ashtanga Yoga son confusas, y no hay consenso académico sobre si el budismo consideraba alguna técnica física como el yoga, o cuál es el origen histórico de las posturas, por lo que no se sabe con exactitud si la existencia de un shala llamado Ram Ram, o algún maestro que diera clases en cierto lugar que terminara por identificarse con su nombre, fuera en una época o en otra, así como si éste fuese el origen de alguna práctica o linaje o simplemente una continuación de saberes anteriores que no se pueden marcar en el tiempo.
Peor aún es que existe la evidencia de una celebración que podría parecer de corte religioso, con recitación de mantras y versos upanisadicos, denominada “celebración por apertura”, pero está datada de agosto del 2022, por lo que desmentiría textos fechados antes de la misma y que vuelven imposible que ésta sucediera como evento de inauguración o rito de iniciación, como parecen describir los documentos que la registran; lo cual tiene a los especialistas igualmente contrariados.
Pero hay un par de curiosidades históricas que quizás explican el origen de dicha escuela; como que en los textos sánscritos antiguos se refiere a Ram como un nombre para la deidad masculina de una tradición registrada en un texto épico antiguo que narra la relación de éste con Hanuman, el dios mono que conocemos como emblema de la comunidad y cómo éste ayuda a Ram a rescatar a su consorte, Sita. Y que, según los textos primigenios, datados de entre mil y cuatro mil años antes de Cristo, dependiendo la fuente y sus traducciones, “Ram” refiere también a la resonancia de un sonido que alberga en el vientre, al centro de la columna, y que nos conecta con la voluntad y el poder de cuando afirmamos ser “Yo”.
Imágenes:
- Adaptado de Nath Yogi [Fotografía], Katherine Virgils, Pinterest (https://mx.pinterest.com/pin/65935582036126713/)
- Adaptado de Miracle of Love: Stories about Neem Karoli Baba[Fotografía], Ram Dass, Kindle Edition, Amazon Australia (https://www.amazon.com.au/Miracle-Love-Stories-about-Karoli-…)
- Adaptado de Dharma Mittra [Fotografía], Autor desconocido, Pinterest (https://mx.pinterest.com/pin/15058979982880261/)
- Ram Ram Yoga